“No sé por qué ahora estamos aquí, algo nos ha impulsado a estar en este lugar, hoy, con tantas ideas y un producto que sigue recibiendo muestras de apreciación por sus innumerables virtudes.
Y nuestra intención es seguir adelante con este éxito trabajando artesanalmente. A este ritmo, cuando los pedidos de nuestro salchichón de chocolate sean cada vez más importantes, no estamos y no estaremos dispuestos a dejar que nos sustituyan las máquinas. Pero sí estamos preparados para formar y triplicar a los empleados.
Nuestras manos superan las máquinas, y las energías que empleamos se ven compensadas con creces.”- M. Scacchetti.
Y esto es lo que marca la diferencia entre un producto artesanal y otro industrial.
Cada salchichón de chocolate tiene su historia, una historia que es el resultado de la pasión, de la energía, de la experiencia que las manos de los artesanos logran transmitir durante todas las fases de elaboración. Una elaboración manual a la cual Cioccolami está muy vinculada y que garantiza un resultado que las máquinas no pueden asegurar. Una pequeña corrección, imperceptible a las máquinas, no pasa inadvertida a los ojos expertos de los maestros del salchichón dulce que, a simple vista, consiguen ajustar la receta exactamente como si hicieran una tarta en su casa. “Cuando fuera nieva y todo está helado, amasamos nuestro cacao largamente hasta que sentimos que está listo para añadirlo a la masa. Porque cada salchichón de chocolate debe ser perfecto, tal y como nosotros lo queremos.” - M. Scacchetti.