“¡Sin pausa pero sin prisa y la receta sale precisa!”- Tonino Scacchetti.
Este secreto, Mirco Scacchetti aún lo atesora hoy. Un lema que repite a sus maestros chocolateros todas las mañanas cuando entra en el taller de elaboración, mientras fuera todavía está oscuro.
Una tradición transmitida por su padre, Tonino Scacchetti, el cual acompañó a su hijo en esta aventura que se ha convertido en algo único y especial.
Y precisamente así, entre las primeras luces del alba y las expertas manos de quien se dedica a esta profesión desde tiempos remotos, nació el delicioso salchichón de chocolate Cioccolami.
“Aunque un día aumentara la producción, no estamos dispuestos a sustituir nuestras manos por máquinas frías y sin sentimiento.
Pero sí estamos preparados para formar y triplicar a los empleados.
Porque en cada uno de nuestros salchichones de chocolate hay un ingrediente especial que las máquinas no pueden sustituir: la vibración que desprenden nuestras manos.” - M. Scacchetti.